martes, 17 de febrero de 2015

Comienzos

Muchas veces los sueños solo son sueños pero esta vez se hizo realidad, allá por el año 2000 cuando vivía en Inglaterra me encantaba ver esos coches tan especiales de formas agradables.





Allá por el año 2000 en el pequeño pueblo costero de Budleigh Salterton me apasionaba ver a una señora de avanzada edad conduciendo con sus guantes blancos a los mandos de un coche para mi extraño pero de formas voluptuosas y atractivas, aquel coche era un Morris Minor Saloon de color azul claro, en esta época empecé a conocer este coche tan peculiar.




Debo decir que lo que me atrajo de el o mejor dicho ella ya que casi todos los Morris Minor llevan nombre de mujer era su figura y la filosofía de conducción que atesora, no entendía nada de mecánica ni sabia los diferentes modelos que existen.




Poco a poco he comencé a interesarme por la historia que atesora este automóvil tan especial.
Hasta que en 2014 me propuse adquirir un Morris y esta es su historia.
En Agosto nos embarcamos mi mujer y yo en una odisea de 2.000 km no exenta de dificultades pero muy ilusionante a la vez, habiendo visitado varios foros especializados, varias páginas de subastas y compraventa me decidí por un Morris Minor Saloon 4 puertas del año 1961 color verde situado muy cerca de Londres.


La aventura comenzó en avión desde Alicante a Londres, y desde allí llegar en tren hasta la casa de la señora Carol en Hayward heath.




Cuando vi por primera vez a "Carmen" nuestro Morris Minor fué una mezcla entre pensar seriamente dios mio que he hecho y entre risas menuda aventura nos espera...

El coche andaba...pero necesitaba atenciones urgentes y sobre todo lo que mas necesitaba yo era empezar a conocerlo y sentirlo en la carretera, volver a conducir por la izquierda no fué problema para mí pero el coche no frenaba o al menos no como yo estaba acostumbrado con los coches modernos, necesitaba frenar reduciendo de marchas, después del shock inicial y salir a la carretera mi única obsesión era llegar a Bristol donde al día siguiente le iban a hacer un buen chequeo y arreglar las cosas mas urgentes en el garaje especializado Morris Minor Centre.







El viaje a Bristol fue una de las aventuras mas arriesgadas de nuestra vida por no decir la que mas...la autovía estaba a tope con retenciones kilométricas, nosotros conduciendo sin casi frenos, sin cinturones, sin seguro pero sobre todo sin conocer aun la respuesta del coche...



Poco a poco nos fuimos acercando a Bristol, el viaje duró unas 4 horas y fué el día mas caluroso que yo recuerde en Inglaterra, llegando nos dimos cuenta de un gran numero de globos aerostáticos surcaban el cielo de muchas formas y colores, al llegar nos dimos cuenta de habíamos llegado en pleno festival Internacional que se celebra anualmente siendo uno de los más importantes del mundo y para nuestro sufrimiento todo Bristol y alrrededores estaba a tope siendo muy dificil encontrar alojamiento ya que estuvimos horas intentándolo hasta que al final a la noche encontramos una habitación de hotel. 








Continuará...

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